Para exponer las visiones de la TD en la CAPV, triangulamos la parte teórica, con la parte de análisis documental, y con las respuestas dadas por las personas expertas realizadas durante la metodología Delphi (ver Anexo II). En este subapartado, las respuestas intentan responder una de las preguntas introductorias de la primera fase del Delphi: ¿Qué entiende su organización por Transición Digital?
En esta sección nos referiremos a las diferentes personas que respondieron a los cuestionarios, cuando las citamos, mediante un código explicado en el Anexo I. Códigos representantes actores de la Transición Digital, en el que la primera cifra es la clasificación en los 4 campos de conocimiento y la segunda un número para distinguirlas entre sí. Ejemplo: A.11 significa que es del campo de la ciberseguridad.
Con esto, se pretendió filtrar las ideas o motivos personales de aquellas de la propia organización, ya que estamos más interesados en cómo estas se comportan y establecen sus visiones, a pesar de que estas estén plasmadas de forma oficial en los documentos y planes analizados anteriormente. No se trata de repetir lo que se analizó hasta ahora. Por lo contrario, este apartado recoge las visiones y tensiones que pueden existir de la mano de personas que trabajan directamente o ponen en práctica los valores de sus organizaciones.
En el campo C1, a la pregunta, un representante del campo C1 mencionó que se trata de un proceso de conversión inteligente: “Entendemos la transición digital como el proceso de evolución de una organización o sociedad hacia un modelo más inteligente, solidario y sostenible mediante la progresiva adopción de nuevas tecnologías” (A.11). Esto marcaría una postura de desarrollo lineal, basado en la tecnología, para evolucionar o mejorar la sociedad, aunque sean definiciones abiertas. Tal vez indique una visión “milenarista”, donde las tecnologías ofrecen soluciones para problemas complejos, aunque no necesariamente se sacralicen o sean vistas como soluciones absolutas. Sin embargo, da pistas de cómo la TD es vista de un marco técnico, y arraigado a la relación directa entre técnica y bienestar social según esta interpretación.
Por otro lado, un experto del campo C2 mencionó: “Entendemos la transición digital como la adaptación de los procesos de las organizaciones hacia un modelo que haga un uso intensivo de servicios y tecnologías digitales, tanto en sus procesos internos como en los que involucran relaciones con sus partes interesadas, ya sean estas clientes, proveedores, beneficiarios, ciudadanos o la sociedad en general” (A.21). Esta visión denota un marco reticular, una red, donde la TD no solo es un cambio tecnológico, pero también un cambio organizativo. Se da énfasis en la prestación de servicios a través de tecnologías, pero también una redefinición interna entre los diferentes actores, desde clientes hasta ciudadanos.
Mientras tanto, en el campo C3, los expertos respondieron de forma heterogénea según las funciones y principios de su organización. Una persona experta de la rama de gobierno abierto comentó: “El mundo en el que vivimos es cada vez más digital, la sociedad vive en un entorno en el que se están dando un conjunto de cambios estructurales en el modelo social, productivo y de gestión pública. Dentro de la transformación que se está dando, para responder a los niveles de bienestar y competitividad requeridos por la ciudadanía, durante este periodo de transición, debemos aprovechar las oportunidades ofrecidas por la digitalización, pero sin olvidarnos de la parte de la sociedad aún no digitalizada.” (A.31).
Se trata pues, de una visión de la TD que podría ser enmarcada en el paradigma de “new public management”, es decir, de gobernanza público-privada donde se valora el rendimiento, la eficiencia de los procesos, y la satisfacción del público en la entrega de productos o servicios. Hablamos, por lo tanto, de lo digital como herramienta social y empresarial en una visión clásica de las políticas públicas, donde la competitividad requeriría “aprovechas las oportunidades ofrecidas por la digitalización”.
En el mismo campo, una persona experta de infraestructuras y TICs mencionó “Mi organización tiene como objetivos principales acercar la Administración a la ciudadanía, homogeneizar las herramientas informáticas de los ayuntamientos y mancomunidades y convertir Bizkaia en referente, en la aplicación de las TICs en la Administración Municipal. Todos enfocados en una transición digital y un acercamiento de la ciudadanía a la administración a través de las TICs.” (A.32.) Aquí de nuevo se denota una preocupación por acercar la administración hacia la ciudadanía, para ello, las tecnologías ofrecen una excelente oportunidad de homogeneizar procesos, ahorrar costes, reducir duplicidades, y mejorar procesos. El acercamiento a la ciudadanía, se entiende, de manera proporcional o automática con la digitalización de servicios y de la administración. Subyace, por lo tanto, una visión de progreso y modernidad técnica que debería ser aprovechada y llevada a cabo incluso a nivel local.
Por otro lado, una persona experta en datos abiertos, expresó que “Mi organización es muy grande, desconozco si existe una declaración de la organización sobre cómo entiende la transición digital. […] Yo entiendo la transición digital como la incorporación de las nuevas tecnologías en una organización con el objetivo de hacer más eficaz y eficiente su forma de funcionar y lograr sus objetivos.” (A.33). Esta opinión se parece mucho a la de la persona experta A.31, ya que coincide en la visión de hacer más eficaz y eficiente las tareas y misiones de las organizaciones, nuevamente, dentro del paradigma del “new public management”. Dentro de ese paradigma, otra persona experta en datos abiertos incluso menciona esa forma explícita la conexión entre los procesos administrativos públicos y privados al decir “[La TD es] Aplicar al negocio las últimas soluciones digitales” (A.34).
En esa vertiente, y dentro del mismo campo, otras personas expertas coinciden en la visión procedimental y administrativa en su meta-finalidad de mejorarse así misma a la vez que se mejora la conexión con la ciudadanía. Por ejemplo, se menciona que la TD consiste en “El uso de la tecnología para facilitar la interacción con la ciudadanía, entre administraciones y con agentes sociales o económicos, reduciendo cargas administrativas, tiempos de respuesta e incrementando eficacia (menos errores, menos silencios administrativos…), y también abriéndose a la escucha de visiones e intereses ciudadanos” (A.36). Por lo tanto, para constituir una visión en este campo, son palabras e ideas clave la eficacia, la interacción, la escucha o conexión con la ciudadanía, las oportunidades, y, en el sector de datos abiertos, incluso la aplicación de tecnologías para negocios.
Mientras tanto, en el campo C4, de la sociedad civil, las visiones se relacionan menos con finalidades meta-administrativas (en el sentido de una modernización, una idea de progreso, de mejora de los servicios enmarcados en el “new public management”), y más relacionadas a las misiones inmediatas de cada una de las organizaciones y al gran cambio social que la TD representa para la sociedad.
En el sector de los cuidados, una persona experta menciona que la TD está relacionada con la necesidad de valorar la formación de los trabajadores y trabajadores de prestación de servicios a domicilio, así como “el uso de tecnologías digitales para diseñar proyectos de cuidado, para evitar la soledad no deseada, para concientizar sobre los aplicativos y el uso de tecnologías, para acompañar el estado de salud, entre otros” (A.41).
Para una persona experta en la co-construcción de tecnologías por parte de la ciudadanía, la TD sería un “[…] proceso de cambio de ciclo tecnológico en el que nuevas maneras de manejar datos, materia y conexiones en red entre personas e ideas provocan un cambio sin precedentes en las sociedades.” (A.42). Mientras tanto, otra persona experta en evaluar procesos de digitalización desde la academia expresó, “[La TD] Es el proceso por el que la tecnología digital modifica los distintos procesos de las organizaciones públicas y privadas. En el caso de las instituciones públicas esas modificaciones pueden ser tanto de procesos administrativos como de procesos políticos (participación, información para la toma de decisiones, etc.)” (A.43). Se destaca que se menciona una redefinición de los procesos administrativos y de los procesos políticos, dando énfasis a que la TD también puede suponer una ventana de oportunidad para cambiar la participación ciudadana y la manera que se toman decisiones. No se trata, por lo tanto, de apenas mejorar los procesos administrativos y ampliar el rendimiento y eficacia de la administración, aunque naturalmente estos también sean cuestiones trascendentes.
Finalmente, en el campo C4, una persona experta en proyectos colaborativos mencionó que la TD sería “El proceso mediante el cual la sociedad actual se transforma para adoptar las herramientas digitales en múltiples campos de la vida, principalmente en la interacción con las Administraciones públicas, aunque también con instituciones privadas, de una forma ordenada, justa y equitativa que no deje a nadie fuera.” (A.44). Se trataría, por lo tanto, de todo lo anteriormente comentado en cuanto a visiones de la TD, más el elemento de justicia y equidad. En esta visión, es importante que “no se deje a nadie fuera” en el sentido de las desigualdades o exclusiones que la propia TD puede ignorar o incluso causar, como veremos en el próximo apartado.