Fab Lab Bilbao

Actor analizado dentro del campo de la Sociedad Civil (C4).
Web: http://espacioopen.com/fab-lab-bilbao/

Fab Lab Bilbao se autodenomina como “el centro de creación y cultura digital de Espacio Open dedicado a la creación y fabricación digital y uso crítico de la tecnología”. Se trata de un colectivo que impulsa proyectos sociales en la Antigua Fábrica de Galletas de Bilbao (Fábrica Artiach) en Zorrotzaurre, una isla que en el pasado fue punto industrial de la ría y que está pasando un proceso de reconversión urbanística y económica, dentro de lo que se puede llamar la Bilbao postindustrial.

Fab Lab Bilbao ofrece asesoramiento a entidades culturales sobre cómo incorporar las herramientas tecnológicas en contextos artísticos y de innovación social. Para ello, mezclan herramientas tecnológicas conectando ciudadanía y profesionales de forma “horizontal e interdisciplinar, en un contexto inclusivo que facilita el acceso a las últimas vanguardias tecno-científica rompiendo barreras sociales, económicas o de género” (idem). El proyecto funciona dentro el Espacio Open y es miembro de algunas de las principales redes generadas alrededor de la cultura ‘maker-hacker-FabLab-DIY’ contemporánea incluyendo la Red de Fab Labs del MIT en Cambridge (MA, EE.UU.) y la Global Producers Network de Maker Faire, y es miembro fundador de CREFAB (Red Española de Creación y Fabricación digital).

Desde los diferentes proyectos de Espacio Open y Fab Lab Bilbao se pretende fomentar “la transmisión de conocimientos interdisciplinares que sirva para acelerar y catalizar el talento joven, empoderar a la ciudadanía y crear redes de profesionales de diferentes sectores que actúan en el tejido sociocultural urbano” (ibidem). En su web, se menciona que ese impacto se traduce en más de 13.000 visitantes anuales, en su mayoría para el festival de tecnologías creativas Maker Faire Bilbao. Fab Lab Bilbao también ofrece 400 plazas de todo tipo de programas en el uso crítico y creativo de las tecnologías Hazlo-Tú-Mismo.

Por lo tanto, se puede decir que los principales valores que mueven la entidad son el empoderamiento digital, el uso crítico de las tecnologías. Dentro de nuestro marco de accountability, esto se traduce por la participación de la ciudadanía en la co-construcción de tecnologías y en una digitalización cercana a lo local y a las demandas de colectivos jóvenes y de profesionales.

En ese sentido, sus principios que guían las líneas de actuación son: Creación, Aprendizaje, Divulgación, y Colaboración. En la línea de Creación, la entidad cuenta con

Programa Residencias y Programa Acompañamiento. El primero surgió en 2017 con 4 artistas cuyas obras han sido expuestas en espacios de como los centros públicos Laboratorio Arte Alameda (Ciudad de México) y Centre Civic Convent Sant Agusti (Barcelona), además de Maker Faire Bilbao. Este programa tiene la finalidad de “apoyar a creadores que hacen contribuciones significativas al conocimiento colectivo y/o que ponen énfasis en algunas de las cuestiones sociales, políticas y/o económicas que existen detrás de la creciente omnipresencia de algoritmos y tecnologías de caja negra en nuestro entorno” (ibidem).

En la línea de Aprendizaje, el espacio intenta funcionar como una escuela de tecnología creativa que ofrece herramientas, conocimiento y acompañamiento profesional para realizar proyectos de base tecnológica (desde impresión 3D y fabricación digital a robótica, programación creativa o wearables). Para ello, se anima la visita desde instituciones, visitas escolares, y visitas del público en general para “entender la ciencia y la tecnología a través de la experiencia y la exploración” (ibidem). En la línea de Divulgación, el trabajo realizado llega al gran público a través de Maker Faire Bilbao, uno de los festivales alrededor de la cultura DIY (Do It Yourself) y el movimiento maker en Bilbao.

En la línea Colaboración, se promueven alianzas con diferentes programas europeos enfocados a la cooperación para la innovación y el impulso de buenas prácticas; como laboratorio de innovación y creación de base, y sobre todo para impulsar la creación artística con tecnologías, en colaboración con distintas entidades a nivel local e internacional.

En la vertiente Maker, realizan la feria Maker Ekintzale, dentro del programa Sorgune de Fábricas de Creación financiado por el Gobierno Vasco. Este programa de mediación cultural forma parte del centro de creación y fabricación digital Fab Lab Bilbao. A su vez, las residencias de creación ‘Maker Ekintzaile’ están dirigidas a personas emprendedoras, ingenieras, diseñadoras, makers o artistas con un proyecto de diseño o fabricación digital en fase de creación. Para eso, se acompaña a los/las creadores/as, se da un espacio de equipado con maquinaria y herramientas, y se intenta visibilizar estos proyectos utilizando las redes propias digitales y presenciales en las que participa Espacio Open.

En la última actualización de la web, se menciona un total de 10.000€ para desarrollar un máximo de 4 residencias de creación con un presupuesto máximo por proyecto seleccionado de 2.500€ impuestos incluidos por proyecto (incluye gastos de alojamiento, transporte, materiales, etc.), aunque no se menciona la fecha de aplicación de dicho presupuesto.

Por otro lado, el proyecto estrella tal vez sea Bilbao Maker Faire, desarrollado por la primera vez en 2013.Esta feria trabaja con la intención de acercar la última vanguardia tecnológica internacional al tejido social local y ser motor de cambio en el entorno a través de la participación activa, interseccional e inclusiva. En 2022, el Festival lanzó una programación de workshops profesionales, la publicación, así como las intervenciones y actividades para todos los públicos, en un formato extendido durante el mes de noviembre y diciembre. Se autodenomina “A medio camino entre la feria científica y el festival de arte, las Maker Faires son un tipo de evento que se realiza en más de 200 ciudades de todo el planeta. Proyectos locales, estatales e internacionales de todo tipo alrededor de la cultura digital y del uso creativo de las tecnologías” (ibidem). Aquí cabe destacar la importancia de la cultura ‘maker’ para complementar el desarrollo de herramientas y productos más allá de la industria o manufactura tradicional, así como la organización horizontal basada en una filosofía abierta, cooperativa, y en formato de redes que une profesionales alrededor del mundo. Durante la pandemia del COVID-19, por ejemplo, ‘makers’ en diversas ciudades del estado español impulsaron la fabricación de EPIs o equipos de protección médico, máscaras, respiradores, y otros materiales sanitarios ante el colapso inicial de los hospitales y la falta de suplementos a escala internacional en el auge de la misma (Calvo et al., 2021).

Por último, cabe destacar el programa “Breakers” de formación que se dirige a jóvenes de entre 16 y 25 años en situación de vulnerabilidad, principalmente ex tutelados. Se menciona que “la actividad formativa está orientada, aprovechando las ventajas de la creación y fabricación digital, al desarrollo de competencias personales y sociales que les ayuden a favorecer su inclusión social activa y participativa y la mejora de su empleabilidad” (espacioopen.com/fab-lab-bilbao). El proyecto también se basa en la filosofía del Do It Yourself (hazlo tú mismo), es decir, en la idea de que “cualquier persona puede diseñar y crear sus propios artilugios gracias al acceso a conocimiento tecnológico compartido y a herramientas de fabricación digital, CAD, computer aided design, diseño por ordenador y prototipado rápido para dar a estos jóvenes una formación que se traduce directamente en competencias” (idem). En tal labor, el principal indicador es la proporción de jóvenes que terminan el proceso con éxito, 60%, con permiso de residencia y trabajo, empleo, y aportando a la “sociedad de acogida.” Aunque no se sabe si esos datos son longitudinales o corresponden a una edición del programa; ya que, en la última actualización, se menciona que hasta el 2021, el 70% de los jóvenes que pasan por el recurso terminen en esa situación.